Es Un Error,Creer Que Barra Es Sinónimo De Violencia;Es Una Forma De Vida

Un aficionado rojinegro de apodo Berizzo, en honor a uno de los jugadores argentinos que más huella dejó en Atlas, integrante de la banda punk Cuñados de Osama y barra brava de la 51, es uno de los cuatro personajes de la obra de teatro Guerrilla en Guanatos.

José Lira, psicólogo y autor del libro, para darle vida a Berizzo hizo una investigación sobre la Barra 51, fundada en 1998 por Fernando Moncada, y el modus vivendi de sus integrantes, en la que conoció “todos los cánticos y rituales que envuelven a este grupo”.

Después de la publicación de su obra, el escritor, de ser un observador del comportamiento del grupo de animación, se convirtió en un integrante más: “tengo 28 años y me encanta ir a la barra”.

“No hay un perfil (psicológico) definido (entre los integrantes), porque la barra es muy diversa. En la barra te vas a encontrar chavitos de secundaria, que está de moda entre ellos, pero lo mismo son chavitos que señores ya grandes. Señores en silla de ruedas a los que les tocó ver al campeón de 1951, hay desde punketos, anarcos, roqueros, reguetoneros, de todo tipo de gustos e idiosincrasia. Hay chavos de Ciudad Granja, de Valle Real, pero lo mismo hay chavos de Tonalá, de Oblatos, de todos los sectores de la ciudad y de todas las clases económicas, por eso es difícil definir el perfil de sus integrantes”, explicó Lira, al mismo tiempo que aclaró que “es un error creer que barra es sinónimo de violencia”.

“Esto incluso es una forma de vida, hay chavos que dedican muchas horas de cada día y los siete días de la semana a ser barra, a estar chateando, al hacer trapos, al estar jugando futbol con los camaradas, a ir a las juntas, a inventar nuevos cánticos, a ver cómo van a hacer para organizarse y viajar todos a la ciudad donde juega Atlas, organizar conciertos, hay banda que tiene programas de radio, otros diseñan las páginas. Es algo bastante más amplio que el término que le dio la federación de violencia”, añadió.

El psicólogo hizo énfasis en que el motor de este grupo no es el bandalismo, sino “el gusto y la pasión por el futbol, que a final de cuentas les da una entidad también. Hay que recordar que la barra es un elemento de identidad, por eso tiene tanto arrastre con los chavos”.

De tal forma que la visión que tiene José Lira de las barras –adopción del futbol sudamericano en México– no comulga con la decisión de la Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) de reprimir este fenómeno social con la prohibición de su ingreso a los estadios cuando su equipo esté de visita y la colocación de trapos en todas las canchas, con el fin de evitar brotes de violencia en el balompié mexicano.

“La intención es buena, básicamente entiendo que buscan evitar brotes de violencia o eventos funestos que culminen en situaciones como la que ocurrió en Italia, en Argentina, o como las que ya sucedieron aquí, pero las medidas definitivamente no son las adecuadas”, recalcó.

Lira advirtió que las medidas tomadas por la Femexfut están lejos de ser una solución, al contrario, podrían convertirse en el detonante de los actos de violencia que se buscan erradicar.

“No creo que la barra vaya a detenerse con esas medidas, a dejar de viajar para apoyar a su equipo; yo creo que incluso es hasta peligroso restringir la entrada a las barras visitantes, porque la gente de todos modos va a ir. El asunto es que cuando se metan y los policías se den cuenta de que están conformados como barras, lo que va a suceder es que se darán enfrentamientos mucho más frecuentes de los que se dan ahora”, comentó.

Consideró que la prohibición de los trapos, en especial, es una represión mayúscula para los integrantes de este movimiento, pues es su medio de expresión, fuera de que llegan a ser trofeos para las porras rivales cuando se enfrentan.

“Recién me entero de que un grupo de chavos tardó tres años en hacer un trapo grandísimo y ahora resulta que los prohibieron. Tres años consiguiendo dinero, consiguiendo la tela, bordando los pedazos, pintando las letras, porque es una tarea enorme. Para ellos es su gran logro tener un trapo, porque es la manera de mostrar su pasión, su amor, su afición y dar a entender al equipo, a la sociedad general esto, porque el trapo tiene la característica de ser visible en todo el estadio y lo ve toda la gente por televisión. Es una manera de hacer pública la afición de un grupo de personas”.

Para José Lira, la única medida tomada por la federación que no es descabellada fue la conformación de un consejo de seguridad, pero “lo que pasa es que están tomando una serie de lineamientos a priori, antes de que se consulte a los miembros de este espectáculo. De ese consejo de seguridad pueden surgir propuestas interesantes, pero esto ya lo tomaron ellos de manera unilateral, sin consultar a nadie”.